Historicamente la nación coreana ha sido objeto de ambiciones territoriales por parte de sus poderosos vecinos, China, Japón, y Rusia. A inicios del siglo XX con la victoria japonesa sobre el ejercito del zar, el imperio del sol naciente dejó claro sus pretenciones sobre la peninsula coreana.
Despues de la segunda conflagración mundial, la Guerra Fria se trasladó a esta región separando hasta nuestros días a un mismo pueblo.